Después de una semana de infarto, donde mi principal objetivo era finalizar millones de cosas que tenia pendientes en la empresa, en vez de hacer este fantástico puente que toda persona se merece, creo que ha llegado por fin mis 24 horas de desconexión.
De vez en cuando es necesario frenar de golpe, parar durante un día y luego mirar al horizonte de nuevo, para ver las cosas con unas perspectivas diferentes. Muchas veces el día a día te come tanto, que no te das cuenta de muchas cosas que pasan a tu alrededor y que pueden hacerte la vida mas fácil. Esto aunque parezca tan lógico, es un problema que tenemos la mayoría de emprendedores, y que tenemos que solventarlo de una u otra forma.
Yo por ahora, me he tomado la tarde del viernes y el sábado de relax y meditación para ver hacia donde ir, tu deberías hacer lo mismo de vez en cuando…