Desde muy pequeños, nuestros padres nos han enseñado posiblemente sin querer que lo mejor era no cometer riesgos en nuestra vida, quizás no lo recuerdes pero cuando estabas en el parque jugando y tus padres te decían ¡Cuidado que te caerás! ¡ Cuidado que te harás daño! No hacían mas que eso, protegernos y argumentarnos que lo mejor era estar en esa zona de confort, una zona que cuando te haces mayor algunos la desean, y otros la odiamos.
Para muchos la zona de confort representa la seguridad y la estabilidad en la vida, pero como siempre esta seguridad tiene un precio, y este precio es nuestra falta de evolución. Cuando una persona no se quiere mover de su zona de confort, no se arriesga, no comete errores y por tanto no evoluciona.
La humanidad ha evolucionado gracias a los millones de errores que hemos ido cometiendo durante nuestra existencia, porque no te creerás que la gente resuelve los problemas a la primera, sin errores no hay crecimiento, y los humanos hemos evolucionado gracias a nuestros errores.
El problema de permanecer en esta zona, es que no aprendemos, y por tanto no evolucionamos, ya que seguimos haciendo lo mismo, y para evolucionar tienes que hacer cosas diferentes, si no cambias siempre estarás en el mismo sitio, y eso es lo peor que uno puede hacer.
Por tanto arriésgate día a día, por que así aprenderás ,día a día de tus errores, y en el próximo intento ya no cometerás los errores y así habrás aprendido y habrás crecido como persona, y por supuesto tu zona de confort se abra ampliado.
Si quieres salir de tu zona de confort, lo tienes realmente fácil, ya que todo depende de ti. Lo ideal es romper con algo cada día, haz cualquier cosa que te de miedo, da igual la importancia que tenga, lo importante es romper pequeños muros día a día, verás cómo tu mundo se vuelve mas grande y emocionante.